El Amor en la Práctica
📖“Si alguno dice: «Yo amo a Dios», y al mismo tiempo odia a su hermano, es un mentiroso. Pues si uno no ama a su hermano, a quien ve, tampoco puede amar a Dios, a quien no ve.”
1 Juan 4:20 DHH94I
Reflexión 🤔 Es fácil ser religioso, casi todo el mundo lo es. Las personas se afilian a una religión para poner cómoda su conciencia, pero ante las primeras pruebas, cae el oropel de su apariencia. Es por eso que el Señor prueba a los suyos para separarlos como se separa el trigo de la paja.
Jesús NO vino al mundo para crear una religión más; ya había muchas y no hacía falta otra. Él vino a morir, para salvarnos a través de su muerte, y a enseñar a los hombres con su propio ejemplo, cuál era la forma correcta de relacionarse con Dios el Padre, y con los demás, en el día a día, no solo los Domingos, pero sin Cristo guiándonos, ni siquiera los Domingos podríamos vivir como verdaderos cristianos. Esta es la razón por la cual, al ser evidenciados, los religiosos se enojan, mientras que los humildes se quebrantan, lo aceptan, y buscan corregirse, para cambiar pronto y ser mejores, amando a sus hermanos y agradando a Dios.
La obediencia y la vida recta, es la que de verdad nos pone en paz con Dios, con los demás, y con nosotros mismos, y nos dota de autoridad moral y espiritual, porque: “Solo hay una cosa peor que no ser cristiano, y es no serlo y creer que lo somos”.
Ilustración 📃 El pastor Jeremías Steepek se disfrazó de mendigo y fue a la iglesia de 10 mil miembros, donde iba a ser presentado como pastor principal por la mañana. Caminó alrededor de la iglesia por 30 minutos mientras se llenaba de personas para el culto. Solamente 3 de cada 7 de las 10.000 personas le dijeron “hola” a aquel mendigo. A algunas de esas personas cristianas les pidió monedas para comprar comida, pero ninguno de los que llegaban a la Iglesia le dio nada.
Finalmente entró en el lugar, e intentó sentarse en la parte de adelante, pero los diáconos le pidieron que se sentara en la parte de atrás. Él saludaba a las personas que le devolvían miradas llenas de asco y de desprecio al mirar su desagradable apariencia de la cabeza a los pies.
En cuanto estaba sentado en la parte de atrás del templo, escuchó los anuncios del culto, y luego en seguida un líder subió al altar y anunció que se sentía emocionado en presentar al nuevo pastor de la congregación: “Nos gustaría presentarles a ustedes, a nuestro nuevo Pastor Jeremías Steepek”. Las personas miraron alrededor aplaudiendo con alegría y ansiedad. Fue cuando el hombre sin hogar, el mendigo que se sentaba en los últimos bancos, se puso de pie y comenzó a caminar por el pasillo. Los aplausos cesaron abruptamente mientras que todos lo observaban. Él se aproximó al altar y tomó el micrófono. Se contuvo por un momento y luego citando un texto del evangelio de Mateo, dijo:
“Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.”
Después de haber leído el texto de Mateo 25:34-40, Miró a la congregación y les contó todo lo que había pasado aquella mañana. Muchos comenzaron a llorar, muchas cabezas se inclinaron por la vergüenza. El pastor exclamó entonces: “Hoy veo una reunión de personas, y no una Iglesia de Jesucristo. El mundo tiene suficientes “creyentes”, pero muy pocos discípulos. ¿Cuándo se convertirán ustedes en discípulos?”, -preguntó. Luego de una pausa, cerró el culto y se despidió diciendo: -Vayan y aprendan: “Misericordia quiero, no sacrificios” ¡hasta la semana que viene!…
Ese Domingo se celebró en aquella iglesia, el servicio más corto de su historia.
Conclusión. Ser cristiano es más que algo que usted defiende, y por lo que está usted dispuesto a discutir, pelear y hasta odiar. Es algo que se vive y se comparte diariamente en amor con las otras personas. Ser cristiano es revisar si nuestra motivación diaria es el amor práctico y concreto que se prodiga sobre cada persona que se cruza frente a nosotros. Ser cristiano es aprovechar la oportunidad de amar al prójimo, sabiendo que es lo más cercano que tenemos, para demostrarle a Dios, que en verdad le amamos a Él.
Escucha el siguiente y corto mensaje 👇
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Oración 🙏 “Señor, ayúdame!…porque me urge aumentar mi escaso amor por los demás. Llena mi corazón de ese amor práctico que se demuestra con palabras de afecto, con cálidos abrazos, con disculpar sinceramente los errores, y con ayudar realmente a los demás. Llena mi corazón de tí. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén!…”
Bendiciones y feliz Viernes!…🤗
“Habla de Dios y de la Biblia, porque mediante sus enseñanzas, se concluye, que el amar a Dios y al prójimo, es cumplir toda la ley”
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