Rescate en las Alturas

📖 “¿Acaso una madre olvida o deja de amar a su propio hijo? Pues aunque ella lo olvide, yo no te olvidaré.” Isaías‬ ‭49:15‬ ‭DHHDK‬‬

Reflexión 🤔 El ser humano siempre necesitará ser rescatado por Dios de muchas situaciones donde sin Jesús, nada eficaz puede hacer. Sin embargo, aunque Jesús está al alcance de un clamor genuino, y de que jamás rechaza un corazón humillado, aún así no son muchos los que claman a Él para ser ayudados, sino que la mayoría luchan con sus limitadas fuerzas, sin lograr nunca, resultados satisfactorios.

Ilustración 📃”Era la mañana de un festival. A una hora temprana los aldeanos se habían congregado en el campo. Sobre ellos las cumbres de los Alpes se elevaban en grandiosa majestad. Los alegres niños estaban jugando en grupos, cuando de repente un fuerte grito llamó la atención de todos. Un águila de la montaña se había precipitado repentinamente y, para horror de los que allí estaban, se elevó con un pequeño niño que luchaba por soltarse de sus garras.

En medio del terror y confusión, transcurrió algún tiempo sin saberse quién era, y un profundo gemido se escuchó de la multitud cuando se supo que era un hermoso niño, el único consuelo de una viuda. “¡Mi hijo! ¡mi niño!” exclamaba, mientras se retorcía las manos en agonía, y con los ojos llenos de lágrimas observaba el vuelo del ave poderosa, mientras que el pastor procuraba en vano consolarla.

Algunos montañeses instantáneamente se lanzaron hacia los peñascos, y todo ojo los siguió mientras ascendían lentamente. Al fin, al desaparecer el águila, más allá del abrupto precipicio, se vio que se detuvieron y todos con excepción de dos abandonaron la tentativa. Al fin, como se elevaban peñascos sobre peñascos, también esos dejaron la lucha desesperada, y un gemido de los espectadores manifestaba que toda esperanza había desaparecido.

Con el rostro lívido por la desesperación, y su mirada sobre la montaña, la madre había yacido inmóvil hasta entonces; pero cuando vio que los perseguidores se detenían, con un grito de agonía se lanzó por el ascenso casi perpendicular. Arriba, aún hacia arriba, siguió por su peligroso camino, hasta ganar el punto que parecía desafiar ya el avance, y allí los peñascos se elevaban mucho más amenazadores ante ella; pero donde el esfuerzo fracasó en otros, ella, impulsada por el amor de madre invocó toda su fuerza, y sin detenerse ante el peligro, sus pies descalzos y tiernos se cogían del liquen, y prosiguió hacia arriba con la admiración y terror de los espectadores. Una y nada más una vez, se detuvo a mirar hacia abajo. A medio camino hacia la cumbre, ¡qué vista tan sorprendente y hermosa contemplaron sus ojos!..Jamás había observado nada igual. Allá abajo del valle tortuoso había una densa masa de seres humanos. Ninguno estaba en pie, ni una cabeza cubierta, sino que los mayores, jóvenes y niños estaban arrodillados en ferviente súplica, a la vez que de la aldea el repique de la campana de la iglesia resonaba en su oído, convocando a los habitantes vecinos a unirse en oración. Al fin llegó a la cumbre y para su gozo indecible vio a su niño aún con vida en el nido. En ala rápida del águila giraba en círculos más arriba de ella. Coger al niño, asegurarlo en su seno y atarlo a ella con su chal fue cuestión de un momento.

Encomendándose al Padre amoroso, tornó a descender. Temerario había sido el ascenso, pero más temible y peligroso parecía el descenso, pues ahora ocupaba sus brazos en asegurar a su pequeño. Al llegar al lugar más dificultoso, con el cerebro aturdido y con el corazón desvanecido, se detuvo, estrechando a su niño contra su seno con gran estremecimiento. En ese momento su oído escuchó el balido débil de una cabra, guiando a sus pequeños cabritos hacia otro lado. Con una gratitud indecible hacia Dios, cruzó para descender por ese camino antes desconocido, y escuchó los gritos distantes de gozo de los aldeanos allá abajo. Pronto estuvieron a su lado fuertes brazos que la recibieron, y ella estaba salva con su hijito.

El amor la había llevado a la altura donde los escaladores de los Alpes no habían podido subir”.

Conclusión. Esta es una hermosa historia del supremo amor de una madre; Sin embargo, sabemos que por rescatarnos a nosotros, el amor de Dios fue más allá. Jesús dejó el trono para afrontar la muerte, y muerte de

cruz, pagando con su vida nuestro rescate. Eso es una realidad absoluta para los creyentes en Cristo, quien antes de expirar dijo: “Consumatum est”, lo cual significaba que la obra de

rescate a nuestro había quedado completada y perfecta. Pero..es posible que alguno pueda rechazar a su Salvador y caminar al precipicio?... Si lo es!..aunque lo hacen porque no comprenden absolutamente nada del sentido del sacrificio de Cristo. Respecto a personas así, Jesús pidió al Padre: “Perdónalos, porque no saben lo que hacen!” Ellos no creen porque no han oído. “Pero «todo el que invoque el nombre del SEÑOR será salvo». ¿Y cómo pueden ellos invocarlo para que los salve si no creen en él? ¿Y cómo pueden creer en él si nunca han oído de él? ¿Y cómo pueden oír de él a menos que alguien se lo diga? ¿Y cómo irá alguien a contarles sin ser enviado? Por eso, las Escrituras dicen: «¡Qué hermosos son los pies de los mensajeros que traen las buenas noticias del evangelio!».” Romanos‬ ‭10:13-15‬ ‭NTV‬‬

Sin embargo, los que hemos oído y aceptado el evangelio, podemos exclamar: Gracias Señor!.. “Pues me rescataste de la muerte; no dejaste que mis pies resbalaran. Así que ahora puedo caminar en tu presencia, oh Dios, en tu luz que da vida.” Salmos‬ ‭56:13‬ ‭NTV‬‬

Mientras que Nuestro Salvador nos dice: “Yo soy el SEÑOR, tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador. Yo di a Egipto como rescate por tu libertad; en tu lugar di a Etiopía y a Seba. Entregué a otros a cambio de ti. Cambié la vida de ellos por la tuya, porque eres muy precioso para mí. Recibes honra, y yo te amo. »No tengas miedo, porque yo estoy contigo. Te reuniré a ti y a tus hijos del oriente y del occidente. Les diré al norte y al sur: “Traigan a mis hijos e hijas de regreso a Israel desde los rincones más lejanos de la tierra. Traigan a todo el que me reconoce como su Dios, porque yo los he creado para mi gloria. Fui yo quien los formé”».” Isaías‬ ‭43:3-7‬ ‭NTV‬‬

En definitiva solo Dios es nuestro poderoso rescatador!

Bendiciones y feliz Viernes!…🤗

“Habla de Dios y de la Biblia, porque hay multitudes incontables, que están necesitadas de ser rescatados por el Señor”

Por favor contribuye a que la vida en nuestra sociedad sea mejor, conociendo, viviendo y compartiendo esta reflexión que nos conecta con el evangelio.

Anterior
Anterior

Nacer de Nuevo

Siguiente
Siguiente

Oidor, o Hacedor?