El Creyente en Cristo es Hecho Hijo de Dios
📖 “Jesús, aquel que es la Palabra estaba en el mundo; y, aunque Dios hizo el mundo por medio de él, los que son del mundo no lo reconocieron. Vino a su propio mundo, pero los suyos no lo recibieron. Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios.”
San Juan 1:10-12 DHHDK
Reflexión 🤔Qué hermosa y verdadera promesa es la anterior!..Ser hechos y reconocidos desde ahora y por toda la eternidad como hijos de Dios, solo por la fe en Cristo. Qué gran obra se consumó en la Cruz: fue el pago de todos los pecados, pasados, presentes y futuros de cada creyente. No es esto increíble?.. Y por supuesto, que ninguno que ama a tal redentor, desea seguir pecando voluntariamente, porque sabe cuál fue el precio que Jesús tuvo que pagar para que fuéramos aceptados por el Padre como hijos suyos.
Ilustración 📃 En cierta ocasión el Emperador Napoleón se encontraba delante de un grupo de soldados, cuando de repente su caballo se desbocó; entonces un soldado raso se lanzó hacia el caballo, y cogiendo el freno del caballo, pudo pronto detenerlo. Se dice que Napoleón saludó al soldado raso y le dijo: “Gracias, mi capitán!”. El soldado se sorprendió al oír a Napoleón decirle “capitán”, pues él era un simple soldado raso, pero inmediatamente pensó que se encontraba delante de Napoleón, y que si él quería, podía hacerlo capitán. Así que, saludó a su Emperador y le preguntó: “¿De qué regimiento, mi Emperador?” Napoleón le contestó: “De mi guardia personal.” Enseguida, aquel soldado raso se presentó como capitán ante el jefe de la guardia personal de Napoleón; el oficial, viéndolo con uniforme de soldado raso, le preguntó: “¿Capitán, por órdenes de quién?” — “Por órdenes de mi Emperador, Napoleón I.”
En ese momento dejó de ser soldado raso y llegó a ser capitán.
Si este soldado raso no hubiese tenido fe cuando Napoleón lo ascendió, sin duda le hubiera respondido: “Mi Emperador, usted me dice capitán, pero yo no soy más que un soldado raso. Quizás por el susto que le dio el caballo, usted se equivocó y me dijo capitán”, y se hubiera ido a tomar su lugar y habría permanecido soldado raso toda su vida.
La triste verdad es que TODOS nosotros por naturaleza somos “hijos de ira”, hijos de desobediencia; pero Dios en su infinito amor e infinita misericordia, gratuitamente quiere hacernos sus hijos. Aclarando que es “gratuitamente” para nosotros; pero en realidad no fue así, ya que el enorme costo de ser hechos hijos de Dios, lo pagó nuestro mejor amigo: Jesucristo. Solo te queda aceptar o rechazar tal nombramiento.
En el evangelio de nuestro Señor Jesucristo según Juan 1:12, encontramos
estas preciosas palabras: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.”
Hoy, este día, por la fe puedes ser hecho hijo de Dios, pidiendo a Dios perdón de tus pecados, aceptando a Cristo Jesús como tu Salvador personal, y dejando que el Espíritu Santo haga su obra regeneradora en tu ser.
Una antigua rima dice:
“Ven a Cristo y con fe viva, piensa mucho en su amor; y no dudes que Él reciba
hasta al más vil pecador.”
“Cree y fija tu confianza en su muerte por ti; pues de cierto el gozo alcanza, todo aquel que hiciera así.”
Conclusión. “Jesucristo, el testigo fiel, que fue el primero en levantarse de entre los muertos y que tiene autoridad sobre todos los reyes de la tierra. Al que nos ama y derramó su sangre para libertarnos de nuestros pecados, y ha hecho de nosotros un reino de sacerdotes al servicio de Dios su Padre, ¡sean eternamente la gloria y el poder! ¡Amén! ¡Miren! ¡Viene en las nubes, ante los ojos de la humanidad entera, y hasta los que lo traspasaron lo verán! Y las naciones de la tierra llorarán de pesar por él. ¡Amén! ¡Que así sea!”
Apocalipsis 1:5-7 NBV
Bendiciones y feliz Sábado!...🤗
“Habla de Dios y de la Biblia, para que muchos otros conozcan también la gran herencia y las bondades eternas que el Señor tiene preparadas para todos los pecadores arrepentidos que acepten a Jesús”
Por favor contribuye a que la vida en nuestra sociedad sea mejor, conociendo, viviendo y compartiendo esta reflexión que nos conecta con el evangelio.